El Manual de Convivencia es la herramienta fundamental para dinamizar el proceso formativo y la vida en comunidad. Es la fuente de referencia que nos permite enriquecer las relaciones entre iguales, controlar las relaciones asimétricas, así como asegurar los mecanismos para restaurar, cuando es necesario, los derechos y deberes que tenemos como miembros de la sociedad escolar.
En términos generales, todo proceso de convivencia implica de forma directa o indirecta el desarrollo de las siguientes etapas:
▪ La edad y el desarrollo afectivo, cognitivo y social del Estudiante.
▪ Mostrar que no ha presentado estas conductas en el pasado.
▪ No estar involucrado en procesos disciplinarios de ningún tipo.
▪ Si actuó por constreñimiento o debido a la presión social.
▪ Cuando actuó para defender los derechos personales y colectivos.
▪ Cuando colabora y acepta la culpa, siempre y cuando no sea reincidente.
▪ La orientación a remediar los perjuicios, siempre y cuando no sea reincidente.
La reincidencia o el incumplimiento de compromisos previos contraídos.
▪ El efecto perturbador en la persona, la Comunidad o la sociedad.
▪ Cuando la falta ponga en riesgo real o potencial el bienestar de las personas.
▪ Cuando la acción sea premeditada y haya evidencias de dolo.
▪ Si la falta supuso la complicidad o coparticipación de otros.
▪ La intención de causar daño real o moral a la Comunidad y la Institución.
▪ Ser el (la) Personero(a) o integrante del Consejo de Estudiantes